28 de Marzo de 2013
Concierto privado
Madrid
Dije que no habría más conciertos de Luis Ramiro por un tiempo, que tres conciertos en tres meses es suficiente. Dije que no habría más historias complicadas, que mi corazón ya ha sufrido demasiado. Dije que Luis Ramiro en CD y amores sencillos.
Lo dije y lo tuve claro. Por una vez, por un instante estuve segura. Sin dudas, sin miedos, sin Luis Ramiro en directo y sin mis sentimientos confusos revoloteando.
No pensé, no analicé. La posibilidad de volver a aquel salón me confundió y no pude decir que no. Nuevo concierto privado de Luis Ramiro y de nuevo afortunada por poder asistir. Nuevo mensaje tuyo y de nuevo imaginándome en tu sofá.
Camino del concierto de Luis Ramiro pienso que nuestro amor nunca ha sido sencillo, que son mil años de dudas y que si tuvimos momentos imposibles puede que ahora lo sea más que nunca.
Pienso en retroceder, en volver a casa, en no ir al concierto y en no seguir contigo en mi mente. Pienso que sería lo mejor. No escuchar a Luis Ramiro, no sentir, no querer que sigas en mi vida. Pienso y vuelvo a pensar. Siento un segundo y estoy llamando al telefonillo y estoy recordando que nunca te olvidé.
Vuelvo a aquel salón que una vez fue mágico. Y creo que querría volver a tu sofá donde también hubo magia. Luis Ramiro, su compañero de piso, su gata encerrada y 20 seguidores dispuestos a vivir un concierto inolvidable.
Me siento en el suelo, muy cerquita de Luis Ramiro para que las emociones no se escapen, para sentir que canta para mí, que mientras siente sus letras yo las siento con él. Y eso ocurre, no ocurrió en Joy, tampoco en Libertad (no le culpo… fui yo la que dudaba entre puntos suspensivos y puntos finales) y por fin sucede en su casa, me transformo, me dejo llevar, canto en silencio y me emociono con cada acorde.
Concierto perfecto. Mariposas imposibles se convierte en un nuevo himno para mí, que siempre hablé del pasar del tiempo, de crecer, de cambiar y que siempre dije que todo irá bien. “Somos el reflejo de aquello que quisimos ser”, me recuerda que lo tuve claro hace tiempo y a veces lo olvido. Supe quien quería ser y nunca debí olvidarlo. Le digo a Luis Ramiro que la letra es impresionante, aunque no se lo digo pienso que las noches en las que me pierda la escucharé y me ayudará a encontrarme.
En círculos ya era mi canción, y escucharla en acústico, en su salón, con la guitarra desenchufada, hace que ya nunca deje de serlo. Vértigo de Ismael Serrano me ha acompañado muchos años, En círculos de Luis Ramiro es su digna sucesora en mi corazón. Por fin una canción consigue que quiera dejar de engañarme, de huir, de esconderme en el vértigo. En círculos y Mariposas imposibles son la combinación perfecta. Son las canciones que necesito escuchar. Son la vida que quiero vivir. Vértigo siempre estará ahí. Siempre seré yo. Pero puede que tenga que encontrar mi nuevo vértigo y quizás por eso siento que estoy perdiendo el norte.
Hubo momentos para risas, para conversaciones, para sonrisas. El salón vuelve a ser mágico. Luis Ramiro. Su guitarra. No necesito nada más. Siento y dejo de pensar. Me levantaría del suelo y le diría a Luis Ramiro “millones de gracias”, que no deje nunca de hacer canciones, que me deje colarme en todos los conciertos privados, que me prometa que seguiremos siendo eternos. Porque le creeré.
Me doy cuenta de que me equivoqué. Que fue un error todo lo que dije. Habrá más conciertos de Luis Ramiro, nunca serán suficientes ni tampoco lo serán las historias complicadas. Me planteo ir a galileo el 13 de Abril. Y repaso estos meses con los conciertos de Luis Ramiro y las historias imposibles: con amores que no fueron amores, con besos entregados sin querer y queriendo, con puntos suspensivos mandados sin pensar, con errores grandes y pequeños, con lo siento sentidos, con juegos perdidos, con miedos siempre presentes, con fracasos y sin victorias.
Debería comprarme la entrada. Debería asumir que quiero que sigas en mi vida. Seguiré sintiendo, seguiré dudando, teniendo miedos y no olvidaré el pasado, ni el mío ni el nuestro. Nuestra historia nunca será sencilla, puede que nunca encontremos el momento que sea perfecto para los dos. No me importa.
Quiero más conciertos de Luis Ramiro y quiero que sigamos con nuestra historia complicada.
Vértigo
3 comentarios:
A mi la música siempre me trajo recuerdos. Creo que al igual que te pasa a ti siempre tuve alguna canción revoloteándome la cabeza, trayendo personas y recuerdos y esa canción solo se marcha con otra canción.
Hermosa descripción del concierto, mientras sientas eso no dejes de ir, no dejes que los recuerdos te nublen :-)
Un abrazo
Hay historias complicadas, amores imposibles (…Miran al cielo y piden un deseo: contigo la noche más bella. Amores imposibles que escriben en canciones el trazo de una estrella…) incluso existen hasta historias mágicas en los que cada instante es una sonrisa, un suspiro que te eriza la piel…si, existen esas historias…como existen esas sensaciones en un concierto. La vida está salpicada de historias sencillas o complicadas, salpicada de puntos suspensivos, pero hay que saber colocar puntos seguidos, comas -pausas en la vida- y … puntos finales. Realmente un punto final es el paso a un nuevo párrafo, a una nueva estrofa, un nuevo estribillo, nuevos versos…un punto y final da respiro, incluso fuerza para seguir leyendo, abrir nuevos libros, escuchar nuevas canciones, en un CD o en un concierto que se celebra en un salón íntimo o en un gran estadio.
Gran e íntima crónica amiga Vértigo, describes esos instantes con gran soltura y habilidad, haciendo nuestras tus sensaciones.
Un concierto es el mejor -o peor- momento para que una persona se desarme, se desdiga, se confunda…la música es mágica y tiene un efecto hipnótico…me das envidia. Esos estados los he vivido en muchas ocasiones…ahora estoy en puntos suspensivos, en pausa…y feliz….pero me das envidia, incluso, por vivir historias complicadas…amores imposibles.
Vertigo, respecto a mi poema. Todo tuyo.
Todo lo que escribo espero que le pueda servir a alguien, que le remueva. Eso es lo poco y lo mucho que dan las letras, una felicidad inmensa cada vez que a alguien le gustan tus escritos.
Gracias.
Cuídate.
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