viernes, 16 de octubre de 2009

Otoño

Parece que no quiere llegar el otoño. El verano no quiere marcharse. Y yo me pregunto dónde estoy.

Si no llega el frío, si no guardo las camisetas de tirantes, entonces seguiré esperando que el curso comience. Estaré en ese estado intermedio, en el que el otoño no ha empezado y el verano ha terminado. No podré empezar de nuevo, seguiré encerrada en el 2008/2009, en el que todo iba a cambiar. Y cambió, y terminé, y estaba dispuesta a soportar más cambios. Pero no llegan y ya no sé cuanto podré esperar.

La chaqueta sigue en el armario y el secador en el cajón. Sigo saliendo con el pelo mojado y sin ponerme el reloj, viviendo como si fuera verano, sin dejar caer las lágrimas que llegan cuando llega el otoño y que consiguen que escape el pasado.

Podría decir que estaré preparada, que esta vez no me dolerá el otoño y cuando llegue podré empezar. Pero seguro que me coge con camiseta de tirantes y deseando que no se acabe el verano.


Vértigo