sábado, 26 de septiembre de 2009

Tengo

Tengo tiempo. Tengo ganas. Tengo ideas. Tengo boli y papel. Tengo cosas que contarte. Entonces, ¿por qué no escribo?

No te conté el concierto de madonna, ni mi opinión sobre la última peli de la Coixet. Ni siquiera estoy desvariando sobre mi vida, ni preguntándome si te echo de menos o no.

Y no lo entiendo. Me siento en un punto de inflexión, sabiendo que en cualquier momento todo cambiará. Y me gustaría poder plasmar mis sentimientos en este papel, compartirlo contigo, no sentirme tan sola.

En vez de eso, le doy vueltas en mi cabeza, me bailan los pensamientos y se me escapan las lágrimas. Pierdo la poca confianza que tenía en mí y olvido que las incertidumbres me gustaban.

Y tengo miedo. Tengo ganas de llorar. Tengo ideas horribles. Tengo un boli sin tinta. Tengo tonterías que contarte. Entonces, ¿para qué escribirte?

Esta vez creo que prefiero aclararme primero, acomodarme en mi punto de inflexión, recordar que el vértigo me gusta.

Y entender que a veces necesito mi soledad. Otras veces te necesito a mi lado, escuchando lo impresionante que fue el concierto de madonna y los desvaríos sobre mi vida.

Vértigo