martes, 25 de noviembre de 2008

Distinta

Soy distinta. Ya no soy la chica de la que te enamoraste hace años. Ya no soy la niña con miedo a perderte. Ya no soy la chica que se enamoró de ti. Ya no soy la niña que te añora.

Puede que te preguntes que quién soy entonces. Y puede que yo no tenga respuesta.

Soy distinta. Mismo cuerpo. Mismo cerebro. Mismos ideales. Mismos sueños. Distintos pensamientos. Distintos sentimientos. Distinta manera de pensar en ti. Distinto concepto tuyo.

Mismo escenario. Misma escuela. Misma ciudad. Mismos amigos. Distintos amigos. Mismo vértigo. Distinta incertidumbre.

No sé cómo eres tú. No quiero saberlo.

Siempre temí crecer, cambiar, perderme. Ahora soy distinta. He crecido. He cambiado. Me he perdido. Y no me arrepiento.

Distinta chica. Misma niña.

Distinta incertidumbre. Mismo vértigo.


Vértigo

sábado, 15 de noviembre de 2008

Cosas que me gustan. Cosas que no me gustan

Seis cosas que me gustan. Seis cosas que no me gustan. Voy a intentar escribirlas. Voy a sentarme en mi cama y voy a pensar. Me gusta… No me gusta… Seis. ¿Por qué seis? Me gustan más cosas. Y también no me gustan. Céntrate. Cosas que te gustan. Cosas que no te gustan. Mmmm.

No me gusta mucho de este mundo, pero eso ya lo sabes. No es nada nuevo, es lo típico. Aunque no hay que olvidarlo. No me gustan las guerras, el hambre, la pobreza… Debería pensar en lo que no me gusta de mi alrededor. No me gusta la mala gente, ni las malas caras. No me gusta que alguien me pregunte “¿qué tal?” cuando ni espera ni le interesa la respuesta. No me gusta que llueva el día que voy a estrenar unas bailarinas. Ni estar triste el día que debo estar feliz. No me gusta que me miren sintiéndose superiores a mí, ni la gente que cree que no importo. No me gusta no gustarme a veces y sentir que no te gusto.

También hay mucho que me gusta de este mundo. Ya sabes, la amistad, el amor, la paz en el mundo… Qué típico suena. Tampoco me gusta lo típico, lo que se dice por decir. Céntrate. Cosas que te gustan. Mmmm.

Me gustan las sonrisas. Y las miradas cómplices. Me gusta dar los buenos días creyendo que serán buenos días. Me gusta estar bajo el paraguas mientras llueve. Y estar contenta porque tengo motivos para estarlo. Me gusta mirarme en el espejo y gustarme. Y que me dé igual gustarte o no. Me gustas tú, pero me gusta más mirarme en tus ojos cuando te gusto.

Vértigo