lunes, 21 de junio de 2010

Te miro

Te miro y puedo empezar a soñar. Me asusta lo que sueño, lo que soy capaz de imaginar. Me veo a tu lado, compartiendo días y conviviendo noches. Me veo dando pasos hacia delante, olvidando miedos y aceptando compromisos. Lo que nunca pude pensar con ninguno, lo pienso contigo.

Veo el futuro y estoy deseando que llegue.

Te miro de nuevo, y en vez de imaginar me pregunto. Se me acumulan las interrogaciones. Quisiera saber tu canción favorita, qué te gusta para desayunar y qué hiciste el domingo pasado. Me gustaría que me contaras tu primer amor, las noches que has pasado en vela, cuál es tu rincón favorito de Madrid. También te preguntaría si te gusta pasear, el futbol, los pequeños conciertos, las grandes exposiciones, la plaza mayor…

Veo mi lista de preguntas y estoy deseando que las contestes.

Vuelvo a imaginar, a suponer como miras al mundo. Quizás no como yo, pero estoy convencida de que encajaríamos.

Invento un sábado, en el que pasearíamos, hablaríamos durante horas y compartiríamos todo lo compartible.

Lo veo tan claro, que sólo pido que me respondas a una última pregunta, ¿cuándo quedamos?


Vértigo