miércoles, 11 de diciembre de 2019

Atracción

Le mira y siente que vuelve a la adolescencia, al pasado, a la intensidad de cada sentimiento y cada segundo. Le mira y duda, no sabe qué pasaría si él le dijera que le agarre de la mano y le acompañe a su habitación de hotel.

Nada tiene sentido, su vida está junto a otra persona, a la que quiere, por la que se siente atraída, que le hace feliz. No serán estables, discutirán demasiado, quizás sobre pasión, pero es con quien quiere estar, con quien construye un futuro y por primera vez se atreve a pensar que puede ser el hombre de su vida. 

Pero de repente está más insegura que nunca. No entiende nada. Ni es guapo, ni es lo que hubiera dicho su tipo (si es que tuviera) y parece bastante perdido en el amor y en la vida. Pero conectan, o eso piensa ella, y le dice que otro vino y no sabe decirle que no.

Seguramente él no la mira como le mira ella. Y esa posibilidad hipotética es irreal. Pero ella se llena de dudas, de preguntas, de opciones. Se plantea si le gustaría dormir a su lado y que le haga llegar a otros mundos. Se sonroja diciéndose que seguro que estaría bien. Pero se da cuenta de que su fantasía termina ahí. Que con quien quiere estar la espera en casa, que con él quiere algo más que recorrer otros mundos, con él quiere avanzar y además, sigue queriendo que le recorra el cuerpo.

Acepta un vino más pero sabe que no aceptará nada más. Aunque no se lo propondrán y sólo será una película en su cabeza que le servirá para reforzar su amor y que su decisión es correcta.

Vértigo

2 comentarios:

Tangente de delta dijo...

La vida y sus recovecos
La vida y sus 'nos'
La vida -a veces- un libro sin ilustraciones ni diálogos que da paso a la fantasía... y es cuando la vida -nos- susurra

Bébeme

Cómeme...

Katrina.Snz dijo...

Ahora que me siento en una encrucijada, me parece que en la vida siempre hay buenas decisiones, porque de todo se puede sacar algo. No sé si yo podría solo tomar una copa más de vino, pero admiro que se tengan claras esas convicciones