Me bajo de los tacones, me desmaquillo, me quito las lentillas y la blusa de vestir. Me pongo el pijama rosa que es un poco infantil y que mi madre me compró en un mercadillo y me muevo por tu casa con unas chanclas que podría utilizar para la piscina.
Me miras y espero que me preguntes que qué ha pasado, que me digas que en qué me he convertido, dónde he dejado la seguridad y los tacones, el rimmel y la mirada felina, que se me ven marcas en la cara y ese pantalón no me favorece las caderas.
Me miras y me siento imperfecta, desnuda ante tus ojos, sin caretas y sin falsedades, siendo la niña pequeña que mi padre sigue protegiendo (y yo agradeciendo que lo haga), queriendo palomitas para cenar y esconderme debajo de tu manta.
Me miras y no dices nada, busco en tus ojos esas palabras, esos sentimientos pero no los encuentro. Te pregunto, te increpo, te digo que si no me ves cambiada, perdida en un mundo auténtico, siendo yo en vez del espejismo con el que te trato de conquistar y con el que finjo ser alguien que te puede enamorar.
Me miras de nuevo y me dices que estoy más preciosa que nunca y que no entiendes de qué estoy hablando. Que con tacones o sin ellos, sigo siendo yo. Maquillaje o no, ¿qué más da?. Que te enamoraste de mí y que no te puedo engañar con rimmel o sin él. Y que sí, que menudo pijama, que no ganará el premio al más sexy pero que te encanta que me sienta cómoda por tu casa.
Te miró sorprendida y asustada. No esperaba que no salieras corriendo y no esperaba no correr yo. Deberíamos estar tratando de escapar de algo que sólo puede asustar en vez de estar eligiendo una película.
Me dejas de mirar y le das al play mientras me abrazas. Mañana ya escaparemos. O quizás no.
Vértigo
4 comentarios:
Uhh. Y yo que me sigo echando rimmel... (no se vaya a desenamorar).
Un abrazo,
P.
Te miran y te ven. Pocas personas pueden decir lo mismo.
Un abrazo!
Me ha encantado el mensaje. En este mundo de apariencias se agradece leer un texto así :)
Comparto el comentario de Ehse.
Abrazos :)
Vuelvo al vértigo...
a esas historias tan...mías...porque yo también -alguna vez- viví ese vértigo y me identifico con lo que escribes y cómo lo escribes...
Me siguen dando vértigo las escaleras de las bocas de los metros
y es que hay cosas que quedan...para siempre.
(¿qué música sonó tras dar al Play?)
un beso
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