Él dijo adiós. Con todas las letras. Lo dijo. Y supo que todo cambiaría al terminar de pronunciar. Ella miró hacia el suelo. No quería oír. Sabía que era lo mejor pero pensó que si no escuchaba puede que la palabra adiós siguiera sin ser pronunciada.
Hubo un instante en el que los dos estuvieron ilusionados, que sintieron que se acabaron las búsquedas, las noches perdidas sin miradas auténticas, los días sin mensajes dulces, las lágrimas solitarias.
Fue un instante. Una ilusión. Un espejismo de sol en un día de lluvia.
Al segundo siguiente no había rastro del arco iris, sólo quedaba un recuerdo y la lluvia seguía cayendo.
Se aferraron a la imagen de la felicidad que habían vivido y lucharon por recuperarlo, por sentirlo, por volver a vivirlo.
Era tarde ya y las luchas eran fracasos que les iban debilitando, haciendo daño, matando lentamente.
Dejaron de ver el futuro, de planear viajes imposibles, de soñar por las noches. Mantuvieron las costumbres, el hábito de compartir caricias y conversaciones, los besos de despedida y las llamadas a la salida del trabajo.
Un día gris, él dijo adiós. Se quedó paralizado delante de ella esperando que impidiera que marchara. Ella no quiso oír la palabra y esperó que él no se fuera.
Un instante después los dos empezaron a caminar en la misma dirección pero en sentidos opuestos. Llegaron hasta el infinito esperando cruzarse.
Vértigo
6 comentarios:
No sé por qué me ha recordado (muy vagamente, eso sí) a Habitación en Roma.
el infinito...esperando cruzarse...
las vidas se cruzan
se acercan
se alejan
se vuelven a acercar
pestañean
no entienden
fruncen el ceño
esperan su oportunidad
hoy
pensé en ti
y en que todo tiene su porqué...
enigmático tu texto
emotivo también...
3:10 a.m
buena hora para leerte
abrazos
...pero nunca se cruzaron. Qué pena que las mejores historias las inice la casualidad y las destrocen los miedos.
Perdemos lo que más queremos por miedo a luchar por ello. Gran texto.
Cuídate.
Despedidas horrendas cuando antes sólo hubo amor. ¿Qué decir? A veces todo se deteriora sin esperarlo, sin planearlo, sin encontrarle explicación.
Y te quedas roto y el infinito parece enorme...
Quizás sea cierto eso de que nos empeñamos en cambiar de personajes cuando lo único que hay que hacer es cambiar la historia.
Adiós es una palabra muy corta para destruir conexiones tan grandes.
Espero que en el infinito exista un lugar donde se crucen todos los caminos que por miedo no hemos querido andar.
Un abrazo!
"El amor es eterno mientras dura" ;)
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