Por fin llueve en Madrid.
El otoño que no quería llegar se deja ver, aunque la primavera todavía no se ha marchado y yo sigo con mis zapatos de verano fuera del armario.
Coloco los botines de invierno al lado y pienso cuales me pondré mañana. Llueva o no, sé que saldrá el sol.
Me acurruco debajo de la manta y escucho la lluvia, mojando el parque, mojando las casas, mojándome a mí.
Planeo una huída. No al sur, sino al norte, donde encontraré más frío, más agua y otros aires.
Madrid me esperará, me recibirá con un lunes extraño, en el que entre sueños y recuerdos iré al trabajo.
Habrán sido dos noches fuera. Sólo dos.
Nadie notará el cambio. Pero volveré y los zapatos de verano estarán dentro del armario.
Vértigo
10 comentarios:
Tan lindo es escaparse a escondidas :D
Un beso, Vértigo!
Así estamos todos, viendo que, poco a poco el frío conquista Madrid y nos devuelve (a los que somos del norte) cierta calma.
Una sonrisa que parce sustituir a la nostalgia.
Cuídate.
Lluvia... ^^
Mas frío seguro que encuentras...porque el tiempo ha cambiado radicalmente en cuestión de dias...que frio!
un beso vertiginoso!
Qué bonita sensación!
Ay, este otoño-primavera que tenemos. Que no se decanta por una estación ni por otra nos va a volver locas con la ropa.
Un beso
Me gustan esos días lluviosos :)
Te puedes enamorar en todos esos sitios, y del autor de un blog, pero sería una leyenda urbana. Hecha realidad, eso sí.
un saludo!
Aquí y ahora también llueve...
con que lo notes vos...
me gusta la lluvia para disfrutarla desde casa, quisiera aprender a disfrutarla estando fuera; al igual que el frío... no es buen compañero, me trae una melancolía irreversible.
las escapadas fortuitas siempre son las mejores!!
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