Su pasado era mucho más complicado de lo que yo podía imaginar. Su vida demasiado dura para poder soportarla. Su mirada más triste de lo que pueda parecer a primera vista.
No me contó su historia, no me habló de sus problemas, no me miró. Da igual, no espero que diga nada que no quiera decir, que sienta nada que no siente, que viva algo que no quiere vivir.
La vida ya fue demasiado rápido, ahora él debería marcar el ritmo, su ritmo. Mientras, me siento y espero. Miro por la ventana, miro el ordenador, miro mi cuaderno y le miro a él. Me muestro segura, feliz, sin problemas. Sonrío, le sonrío, le miro y dejo de mirarle.
Le ofrezco un abrazo sin decirle nada, le mando un correo sin palabras, le lanzo un beso sin moverme. Le sonrío de nuevo sin mirarle.
Y sólo espero que sienta una caricia en su mejilla de alguien que se preocupa por él.
No será nada, él seguirá con mirada triste y yo seguiré pensando cómo quitársela.
Vértigo
7 comentarios:
Hay que pasar más del pasado.
"No espero que diga nada que no quiera decir, que sienta nada que no siente, que viva algo que no quiere vivir". Lo más bonito que no se puede esperar de alguien :)
Un beso, Vértigo.
Tal vez no se puede quitar la tristeza a quien quiere estar triste...
:-)
Esas miradas son demasiado difíciles de quitar, están muy adheridas a la persona. Espero que consigas darle un poco de alegría a esos ojos tristes.
un saludo!
Hay personas que son incapaces de renunciar a su tristeza. Y en cierto modo es extraño, porque en parte es lo que les hace sentirse vivos. O tal vez él no sea de esas personas... Tal vez necesite más tiempo para reconocer de dónde vienen esas caricias y ganas de que sonría...
En esta vida todo es siempre cuestión de esperar y no desesperar.
Un abrazo!
Precioso :D
Excelentes letras, el texto me atrapo desde el principio, muy bien, me fascino.
Fructíferos saludos
Brenda Ladurie
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