Una noche de sábado se conocieron. Él sabía lo que buscaba y ella se dejó encontrar.
Sin darse cuenta eran una pareja, lo que los dos querían.
Se miraban y veían lo que anhelaban.
Les preguntabas y todo era perfecto. Ella era la chica que él siempre quiso llevar a casa. Él era el chico que siempre imaginó.
Pasaban los meses y yo les veía agarrados de la mano, y no podía evitar pensar que el amor es algo más.
Una noche ella se dio cuenta que nada era perfecto y él empezó a cansarse.
Pero estaban tan cómodos en su papel de novios y era tan complicado decirse adiós.
Ninguno dijo nada, ninguno abrió la boca y siguieron su historia.
Les sigo viendo agarrados de la mano, sabiendo que no están enamorados y pensando que ojalá dejen de encontrarse.
Vértigo
10 comentarios:
Uno no debe vivir asi siempre, debe ser duro
Es mejor estar solo, aunque duela...porque vivir con alguien a quien ya no quieres, tiene que ser peor todavía,no? Por mucho que duela el amor...
Sucede tantas y tantas veces... muchas más de lo que uno piensa que deba pasar.
Me encontré tantas y tantas veces en tus palabras.
Saludos Vértigo
A veces es demasiado duro romper rutinas y los lazos invisibles que se han creado, ¿no?
Saludos!
Este sabado veré en directo a Nacho Vegas, ya colgaré las fotos, y el próximo viernes día 8 a Luis Ramiro. Ya os contaré en el blog como a ido la cosa. Un abrazo
A veces, uno no es lo suficientemente valiente como para cortar antes de que la rutina los envuelva y adormezca.
Cuídate.
puff esa situación es muy difícil y muy triste, pero hay que ser valiente y reconocer los finales...
Es duro, real y (demasiado) común...
Un abrazo fuerte ;)
Qué mala es la inercia. Y la cobardía también, claro.
Besos
Es más común de lo que pensamos, ¿verdad?
Saludos de nuevo, vértigo;)
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