Hace un año estaba delante del ordenador mirando al 2008 y pensando en el 2009, en todo lo que esperaba de él. Y os decía que tenía dos objetivos muy claros y unos cuantos más difusos. Esos dos objetivos se cumplieron...
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Reconozco que además ha habido muchos momentos buenos...
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Recuerdo parís...
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Recuerdo una comida en un japonés cogiendo los platos que no se estaba quietos. Recuerdo una tarde tumbaba en el césped en frente de correos.
Recuerdo el verano, descubriendo nuevos lugares y disfrutando de los viejos.
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Claro que recuerdo ese café con leche desnatada y sacarina.
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Recuerdo whiskys dobles, probar el bourbon, conciertos con buena compañía, museos, visitas por Madrid, aperitivos a las 12, paseos por el barrio, cenas y comidas en el vips (con reencuentros y despedidas incluidas), momentos eléctricos, partidos del estu, conversaciones de messenger, mensajitos de tuenti, sms acordándome de alguien, llamadas perdidas, correos enviados, noches eternas…
Y recuerdo tantas cosas que podría seguir escribiendo durante toda la noche… y seguro que me olvidaría algunas…
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Además tengo presentes mis objetivos no cuantificables, ya sabéis, que hacerme mayor no implique renunciar a mis ideales, a mi manera de mirar el mundo, a mi misma… Los mismos de los que hablaba hace un año, y que esta noche siguen ahí, aunque por una vez no me apetezca desvariar de ellos, puede que no sea buena señal… o sea buena saber que siguen ahí… ya veremos…
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El año que viene espero estar de nuevo delante del ordenador escribiéndoos como fue el 2010, bueno, haciendo balance, porque espero que ya sepáis como me ha ido…
Y también espero que en el 2010 todo os vaya muy bien, que consigáis vuestros objetivos (sea cuales sean, cuantificables o no, sencillos o complicados), y sobre todo que el 2010 sea como vosotros queráis que sea.
Y por supuesto, que en vuestras ventanas luzca el sol cada mañana…
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Vértigo