lunes, 26 de septiembre de 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

Mirada triste (II)

Su pasado era mucho más complicado de lo que yo podía imaginar. Su vida demasiado dura para poder soportarla. Su mirada más triste de lo que pueda parecer a primera vista.


No me contó su historia, no me habló de sus problemas, no me miró. Da igual, no espero que diga nada que no quiera decir, que sienta nada que no siente, que viva algo que no quiere vivir.


La vida ya fue demasiado rápido, ahora él debería marcar el ritmo, su ritmo. Mientras, me siento y espero. Miro por la ventana, miro el ordenador, miro mi cuaderno y le miro a él. Me muestro segura, feliz, sin problemas. Sonrío, le sonrío, le miro y dejo de mirarle.


Le ofrezco un abrazo sin decirle nada, le mando un correo sin palabras, le lanzo un beso sin moverme. Le sonrío de nuevo sin mirarle.


Y sólo espero que sienta una caricia en su mejilla de alguien que se preocupa por él.


No será nada, él seguirá con mirada triste y yo seguiré pensando cómo quitársela.


Vértigo