domingo, 28 de mayo de 2017

Feminismo

Siento que les he traicionado, a ellos y a ellas, en demasiadas ocasiones, en demasiadas presuposiciones, en demasiadas actitudes. 

Ellas y ellos lucharon por mis derechos, porque hoy pueda ponerme vaqueros, trabajar sin pedir permiso, votar. Lucharon por mi derecho a decidir, a ser considerada igual que un hombre. 

Les traiciono, les decepciono y también lo haces tú. Aunque no te des cuenta, aunque sea sin querer, aunque sea pensando que no importa. Pero sí que importa.

Seguimos imaginando a un ingeniero y a una enfermera. ¿Por qué? Ser ingeniero o enfermero es una decisión personal, no por ser hombre o mujer.

Sigues diciendo secretaria y nos resulta raro secretario. Sigues imaginando a un  alto directivo pero no lo imaginas siendo ella.

Compro ropa para un bebé y si es niño busco azules y evito el rosa. Y me parece que si no lo hago los padres se lo tomarán a mal. ¿Por qué? Por qué encaminamos a las niñas a ser princesas y a ellos no. No sea que él quiera jugar a simular que tiene un bebé. Eso es cosa de chicas. Luego nos preguntaremos por qué a veces parece que tener hijos es cosa de ellas. ¿Tan difícil es criarles en igualdad?

Si no te gusta el rosa, no te gusta y no pasa nada. Pero que te pueda gustar. Mi derecho es poder ser igual a ti, el tuyo también. 

Te sujeto la puerta al pasar. O me la sujetas tú. ¿Qué más da? Es educación, no es caballerosidad. Hoy pagas tú la cena y te daré las gracias y te diré que la próxima (porque habrá próxima) pagaré yo. O al revés. Pero nunca porque tú eres el hombre y yo la mujer. Nunca porque tú eres un caballero y yo una dama.

Esta noche te pediré un abrazo y te diré que me protejas. Y lo harás. Pero mañana, si tienes miedo, lo haré yo. 

Avanzamos en esta sociedad pero después damos tres pasos hacia atrás. 

¿A quién dirigir un anuncio de detergente? Si considera que somos iguales, puede que compre su producto. 

No olvides las bodas, por supuesto. Él pedirá la mano y ella esperará sentada. Y si es al revés, ya empezarás a cuchichear sobre los dos. Y que ella sea más bajita, que el hombre siempre es el alto y si no lo es queda raro. ¿Por qué?.

Hombre, mujer. ¿Qué más da? Somos iguales. 

Siento que les traiciono porque esto te lo digo a ti hoy y lo tengo muy claro en mi cabeza pero en el día a día se me escapan actitudes, me dejó llevar por la sociedad y hasta asumo como normal cosas que no lo son.

Ayer compré el juguete para un niño de una amiga y no me atreví a comprarle uno con una princesa que era justo para su edad y estaba de oferta. ¿Por qué?.

La semana pasada no dije nada cuando una amiga me contó que ella era muy clásica y que nunca le pediría la mano a su chico (en el caso de que ella quisiera casarse). No me atreví a decirle que esa actitud es machista.

Hace unos meses entré en una discoteca gratis por ser mujer. Debí negarme a esa visión comercial, no debí entrar. 

Tantos comentarios que hago y que haces y que deberíamos cambiar.  Ahora es el momento.

En una cena de ingenieros y enfermeras apareció una ingeniera y un enfermero y me pareció que era lo que necesitaba el grupo. Casi le saco a bailar y le propongo que luchemos juntos. 

Hagamos que la igualdad no sólo esté en los papeles y en la teoría. Cambiemos pensamientos sin sentido y dejemos elegir a cada persona por si misma, no por ser hombre o por ser mujer.

Te pediré que me compres flores y que me des un beso. Y esperaré que me digas que la próxima vez te las compre yo y que para los besos no hace falta esperar. 


Vértigo