miércoles, 18 de enero de 2017

¿Qué personaje de película te gustaría ser y por qué?

Al hacerme la pregunta en la cabeza, es inevitable pensar en mis películas favoritas, las que he visto infinidad de veces, recuerdo sus frases, siento a sus personajes y alguna vez he soñado estar dentro de ellas. 

Pienso en el personaje de Charlotte en Lost in translation, en esa sensualidad e inocencia que transmite (que a quien no le gustaría tener) y me planteo si me gustaría ser ella: una chica recién casada que se siente perdida con su vida, que no sabe qué hacer, que está en Tokio sin poder dormir por las noches y que siente una extraña y mágica conexión con el personaje de Bill Murray.

No puedo negar que me he sentido identificada con ella, que conozco esa sensación de no saber hacia dónde ir, que encuentro conexiones imposibles y que a veces no entiendo nada de lo que pasa a mi alrededor. Pero, ¿querer ser ella?. Me temo que no, que el insomnio me da miedo, que mirar a un marido y tener dudas me asusta, que sentirme sola no es mi sueño. 

Pasan por mi cabeza otras películas, otros personajes. Y recuerdo a Ana de Los amantes del círculo polar, con ese nombre capicúa, enamorada de otro nombre capicúa, Otto, con una historia de amor que contar. Una mujer valiente, arriesgada, con ideas claras y confusas, que deja notas diciendo "valiente", que se marcha al círculo polar ártico, que sabe lo que es el amor. Pienso en esa escena en la Plaza Mayor de Madrid en la que Ana y Otto se cruzan pero no se ven, esa escena tan poética, que tanto me gusta. 

Pienso y me imagino viviéndola, viviendo su historia de amor, con su pasión y su sufrimiento, con su final infeliz, escribiendo círculos. Y no quiero ese amor, ese dolor, no quiero ser Ana, no quiero acabar perdiendo a Otto como le pierde ella, cuando todavía les quedaba mucho por vivir.

Mi cabeza se sigue moviendo y aparece en una película que siempre me deja con buenas sensaciones: happythankyoumoreplease. Y me imagino siendo su protagonista: Sam. Un escritor experto en historias cortas. No me parece una mala idea ser él (ya que ni siquiera llego a aspirante a escritora), parece un buen tipo pero realmente, como le dice Mississipi, le gustan las historias cortas. Y puede que como ella, yo ya está preparada para la novela. 

Intento pensar en películas ligeras con finales felices y personajes que querer ser. Pienso en aquella película de Sandra Bullock que siempre veo cuando la ponen por televisión: Mientras dormías. Un buen final para ella, pero su personaje ha tenido una vida dura y sinceramente, no querría haber tenido esa vida. Ya sé que la vida no es fácil, pero si puedo soñar, ¿sería mejor una vida sin problemas?

Empiezo a buscar personajes en películas irreales, en las que sale Jennifer López  y todo puede ser un cuento. Y por un instante, pienso que igual quiero organizar bodas y enamorarme de uno de los novios. Pero al instante siguiente me doy cuenta que no, que siendo un personaje de una película vacía me sentiría encerrada y buscaría realidad.

Recuerdo una película pequeña, gallega, Las altas presiones, que me pareció real, con personajes con problemas normales, con vidas con sus complicaciones, con sus fracasos y con sus aciertos. Y quizás podría vivir dentro de aquella película. Aunque no me identifique con ningún personaje y no quiera ser ninguno.

Pienso en mi vida, en mí, en lo bueno y en lo malo que me ha pasado, en mis enormes defectos y en lo querría cambiar. Quizás si fuera un personaje de película trataría de evitar el dolor, pero quizás la vida ya no sería vida y quizás ya no merecería la pena.

Pienso en mi misma, que no soy personaje, por suerte, tengo más dobleces, más aristas, más detalles que los que ningún gran escritor pueda crear. Si me quitara mis defectos, puede que él no se hubiera enamorado de mí.

Supongo que al final, puedo decir que el único personaje que quiero ser es yo misma y que la única película que quiero protagonizar es mi vida.

Vértigo