Esta vuelta al pasado es culpa de Javi. Gracias por el premio, por tus palabras y por todo.
Y también gracias a ti, que estás leyendo esto y puede que también sientas vértigo...
10 de Marzo de 2.006
Palacio de Congresos
Madrid
Ismael Serrano siempre vuelve a Madrid, como dice la canción con la que empezó el concierto. Y siempre es bien recibido. Lleno absoluto para una noche especial. Todos los presentes estábamos dispuestos a dejarnos llevar por Isma y sólo pusimos una condición: que no se acabara la noche y que no nos enamoráramos.
Aunque el recinto era de gran capacidad, el concierto resultó muy íntimo. Parecía que éramos familiares y amigos. En el escenario él y el maestro Fredi Marugán; no hacía falta nadie más. Un decorado simple y adecuado con un avión de papel y un juego de luces sencillo pero efectivo.
Se notaba en el aire una sensación distinta, fin de una gira que ya se acerca al año. Y tocar en casa siempre implica una emoción añadida.
Quiso compartir el escenario con grandes amigos que también son grandes artistas. La gran sorpresa fue la aparición del gran Quique González, consiguiendo crear una atmósfera única. Cantó con Pedro Guerra una de Silvio, alguien le debe un beso. Y también aparecieron Jacob Jureda y Javier Bergia, increíbles músicos habituales compañeros en sus giras.
La decisión del repertorio siempre es complicada, sobre todo teniendo seis discos con canciones emblemáticas. Optó por cantar tanto canciones nuevas como antiguas. Se agradece que no se centrara, aunque cantó bastantes, en su último disco “Naves ardiendo más allá de Orión” Hubo tiempo para canciones de todos los discos, especialmente para los primeros. Y nos regaló dos temas inéditos: uno en clave de tango y otro dedicado a un cine desaparecido del barrio de su infancia.
Se podrían destacar demasiados momentos. La conexión con el público fue perfecta. Permitió que cantáramos partes de sus canciones mientras nos miraba con emoción. Puede que ya no sea ese veinteañero que sufría en los aeropuertos pero cuando se mira en el espejo seguro que aún se reconoce. Debe estar orgulloso de no habernos traicionado.
El 10 de Marzo estaba en medio de dos aniversarios. El día anterior fue su cumpleaños y sus seguidores le cantaron el cumpleaños feliz. También era la víspera del 11-M. Con todo el respeto cantó Fragilidad, y con todo respeto recordó a las víctimas.
Entre canción y canción aprovechó para contarnos sus causas. Aunque cada vez está menos hablador, ya no cuenta largas historias sobre gemidos o enamorados de camareras.
Canta para sentirse menos sólo y quizás por eso le escuchamos. Con sus conciertos consigue que nos sintamos capaces de cambiar el mundo. Hace que sienta que todo es posible.
Ismael Serrano tiene la virtud de ser honesto en su propuesta y de ofrecer lo que promete. Cuando canta que espera que en nuestras ventanas luzca el sol cada mañana le creo. Tras tres horas de concierto ha conseguido que el vértigo pase.
Pero el amor es eterno mientras dura y las condiciones no siempre se cumplen. La noche se acabó y puede que todos saliéramos más enamorados.
Incertidumbre