Parece que no quiere llegar el otoño. El verano no quiere marcharse. Y yo me pregunto dónde estoy.
Si no llega el frío, si no guardo las camisetas de tirantes, entonces seguiré esperando que el curso comience. Estaré en ese estado intermedio, en el que el otoño no ha empezado y el verano ha terminado. No podré empezar de nuevo, seguiré encerrada en el 2008/2009, en el que todo iba a cambiar. Y cambió, y terminé, y estaba dispuesta a soportar más cambios. Pero no llegan y ya no sé cuanto podré esperar.
La chaqueta sigue en el armario y el secador en el cajón. Sigo saliendo con el pelo mojado y sin ponerme el reloj, viviendo como si fuera verano, sin dejar caer las lágrimas que llegan cuando llega el otoño y que consiguen que escape el pasado.
Podría decir que estaré preparada, que esta vez no me dolerá el otoño y cuando llegue podré empezar. Pero seguro que me coge con camiseta de tirantes y deseando que no se acabe el verano.
Vértigo
7 comentarios:
Cómo cuesta cerrar la puerta del armario...
No te preocupes, lo bueno es q los días pasan y volverá el verano sólo hay que tener paciencia.
Podemos ver el lado bueno del otoño no te parece?
Te agrego! Me gustaria que te pasaras!
Un beso!
Es lo malo que tiene vivir en un ciclo, todo pasa y vuelve una y otra vez. Paciencia...
Bucles, líneas... Nos rige la aritmética.
Quizá nos tenemos que resfriar con esas camisetas de tirantes para saber que ya ha llegado el otoño.
Gracias por pasarte por casa.
Besotes.
ufff... y no nos daremos cuenta que será navidad.
el ciclo se cierra...
El otoño siempre viene cargado de un aire de melancolía, y también un poco de tristeza.
Pero aunque poco a poco llegue el frío, y tengamos que secarnos el pelo, habrá que intentar seguir olvidándonos el reloj en casa, y dejar que el otoño también nos llene, aunque sea solamente un poco, de algo de esperanza...
Un abrazo
El otoño siempre es una estación melancólica y nostálgica. Lo importante es no dejarse vencer por ella y estar alerta, para que escapemos de su tristeza. Así que te mando muchos ánimos y ya sabes donde tienes un amigo. Escribe pronto de nuevo y dota a tus palabras de alegría. Es la mejor terapia. Cuídate. Un abrazo.
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