Tengo tiempo. Tengo ganas. Tengo ideas. Tengo boli y papel. Tengo cosas que contarte. Entonces, ¿por qué no escribo?
No te conté el concierto de madonna, ni mi opinión sobre la última peli de la Coixet. Ni siquiera estoy desvariando sobre mi vida, ni preguntándome si te echo de menos o no.
Y no lo entiendo. Me siento en un punto de inflexión, sabiendo que en cualquier momento todo cambiará. Y me gustaría poder plasmar mis sentimientos en este papel, compartirlo contigo, no sentirme tan sola.
En vez de eso, le doy vueltas en mi cabeza, me bailan los pensamientos y se me escapan las lágrimas. Pierdo la poca confianza que tenía en mí y olvido que las incertidumbres me gustaban.
Y tengo miedo. Tengo ganas de llorar. Tengo ideas horribles. Tengo un boli sin tinta. Tengo tonterías que contarte. Entonces, ¿para qué escribirte?
Esta vez creo que prefiero aclararme primero, acomodarme en mi punto de inflexión, recordar que el vértigo me gusta.
Y entender que a veces necesito mi soledad. Otras veces te necesito a mi lado, escuchando lo impresionante que fue el concierto de madonna y los desvaríos sobre mi vida.
Vértigo
8 comentarios:
parece que es un sábado de vueltas a nuestros cuadernos. parece que sí tenemos cosas que contar. y parece, por lo visto, que el mundo de vértigo o del vértigo sigue siendo tan dulce y hermoso como siempre.
un beso.
Yo te entiendo.
¿Sabes qué me pasa a mi , a veces?. Qué tengo la sensación de que las palabras, a veces, depende de para qué personas, no sirven para nada.
y eso, a mi, sí que me da vértigo.
un saludo...
Buenas Vértigo!
A mí me sucede prácticamente lo mismo, pero que haríamos en esta vida sino tuvieramos vértigo a la mayoría de cosas que nos suceden, a nuestros sentimientos...
Besos
-javi-
Me encanta lo que has escrito...
Me suele pasar algo parecido.
Yo tengo muchas cosas, y a veces creo que ninguna sirven para nada. Días, ¿no?
Creo que Laia vuelve a la vida, o eso al menos voy a intentar.
Muy espontaneo el texto, aunque no tubieras nada que decir has terminando escribiendo, a veces con las manos otras veces con las entrañas.
un saludo ;-)
a veces nuestros pensamientos van por un lado y el vertigo por otro... si los unes quizá encontrarás calma, aunque suene contradictorio.
besoss
Jo, he tenido días en los que me he levantado igual, días en los que quieres hablar con ese alguien y quieres contarle lo que te ha pasado ese día, o lo que disfrutaste de aquel otro día, pero luego piensas que igual es mejor no contarselo...Menudo vértigo!
Un saludo!
te invito a mi nuevo blog
"campanillaveinteanera.blogspot.com"
ciaoo!
Gracias por pasarte por mi blog. He leído un par de entradas y, la verdad, entre tristezas y soledades anda el juego, que cantaría Sabina.
Un abrazo.
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