martes, 21 de marzo de 2017

Para ti

Una vez escribí un relato con propiedades mágicas,
el destinatario todavía lo recuerda,
aunque en alguna mudanza lo perdió. 

Era una historia con círculos,
en la que se podía volver al principio,
y lo que importaba era la buena intención,
como cuando éramos niños.

El único objetivo de aquel relato se consiguió,
era hacerle sonreír y feliz durante unos instantes,
pero hubo otros efectos no planeados,
y el amor acabó naciendo en el desierto. 

Vuelvo a coger el boli cuando ha pasado infinito,
con un objetivo igual de honesto,
no queriendo premios ni alabanzas,
simplemente buscando que tú te encuentres en mis líneas,
que vivas en mi mundo durante unos segundos,
que recuerdes que sigue mereciendo la pena.

¿Qué merece la pena?, puede que me preguntes,
una mirada puede que fuera suficiente respuesta,
no la mía, lo sabes, la de quien te espera en casa,
que te llama con cuatro letras y todo el amor,
que te hará saber que mañana saldrá el sol.

Mientras yo seguiré peleándome con el boli,
tratando de terminar un poema sin final,
porque como en aquella historia que escribí,
cuando se llega al final se vuelve al principio, 
y empezamos a hablar de historias mágicas.



Vértigo


No hay comentarios:

Publicar un comentario